MISIÓN Y VISIÓN

Durante la Asamblea General Internacional de 2004 fueron adoptados siete compromisos que reflejan los valores de la Iglesia de Dios para su misión y visión.

DECLARACIÓN DE LA VISIÓN

 
Nuestra visión surge del entendimiento de lo que Dios se propone hacer por y a través de
su iglesia. La Gran Comisión sigue siendo nuestro mandato de Cristo.
La Iglesia de Dios será:
 
1. Un movimiento comprometido con la autoridad de las Santas Escrituras en cuanto a
fe y dirección.
 
2. Una comunidad fraternal cuya adoración atraiga el poder de Dios a la vida de la
iglesia y lo extienda a través de las vidas de los creyentes.
 
3. Un cuerpo dirigido por el Espíritu, entendiendo plenamente que el bautismo con el
Espíritu Santo es tanto una bendición personal, como una capacitación de poder para
el testimonio y servicio en el cumplimiento de la Gran Comisión.
 
4. Un pueblo con hambre de Dios, que experimente la presencia de Dios y se maraville
de su santidad a medida que conforma las vidas de los creyentes a la imagen de
Cristo.
 
5. Una iglesia nueva testamentaria, enfocada en la congregación local, en donde el
pastor/ la pastora alimente y guíe a los miembros al ejercicio de los dones espirituales
en el ministerio.
 
6. Una iglesia que ame a todas las personas y se oponga a cualquier acción o política
discriminatorias en contra de cualquier grupo o individuo debido a raza, color o
nacionalidad.
 
7. Un movimiento que se interese y preocupe por el dolor y la soledad de los perdidos,
mediante ministerios dinámicos de evangelización, discipulado y fortalecimiento
espiritual.
 
8. Una iglesia Cristo-céntrica, orientada hacia las personas y sensible a sus necesidades
en todos sus programas y ministerios.
 
9. Un movimiento que promueva políticas y ministerios que reflejen un esfuerzo sincero
de ser pertinente en cada generación.

Compromisos con Nuestra Misión y Visión

1. Oración

Nos comprometemos a darle prioridad a la oración la más alta de la iglesia y demostrarlo al:

  • Cada iglesia local convertirse en una casa de oración para las naciones.
  • Enfatizar que la comunión con Dios es el más alto privilegio y la mayor responsabilidad de cada miembro.
  • Todo el liderato de la iglesia ejemplificar una vida de oración activa y eficaz.
  • Unirnos con los otros creyentes en oración e intercesión

(Isaías 56:7; Marcos 11:17; Romanos 8:26; I Corintios 14:14-15; I Tesalonicenses 5:17; I Timoteo 2:1-4, 8; Santiago 5:14-15). 

Visite: Red Global de Oración

2. Adoración Pentecostal


Nos comprometemos a reunirnos habitualmente, como la expresión local del Cuerpo de Cristo, para participar en la adoración que exalte a Dios, cautive el corazón, la mente y el alma y nos desafíe a un mayor compromiso y discipulado. Este compromiso será demostrado al:

  • Ayudar a las iglesias locales a planificar y prepararse para una adoración significativa y ungida.
  • Instar a todos los pastores, las pastoras u otros líderes a que dirijan una adoración viva y espiritual.
  • Incorporar varios estilos y formas de adoración que glorifiquen a Dios e insten a la evangelización y al servicio.
  • Destacar la importancia de la mayordomía bíblica y la centralidad de la Palabra de Dios como elementos de la adoración

(Juan 4:24; Salmos 29:2; Romanos 12:1; I Corintios 12:4-11;  Isaías 58; Mateo 25:31-46). 

3. Evangelización Mundial


Nos comprometemos resueltamente a alcanzar a los que no conocen a Cristo, bautizándoles en agua e instándoles a permanecer en la iglesia. Este compromiso será demostrado al:

  • Considerar a las naciones del mundo como nuestro campo misionero.
  • Instar a cada iglesia local a adoptar e interceder por un grupo no alcanzado. Todos los materiales o recursos pertinentes serán provistos por el Ministerio de Misiones Mundiales.
  • Pedir que todas las iglesias nacionales de la Iglesia de Dios Internacional adopten e implementen pasos mensurables para evangelizar y discipular a los grupos no alcanzados dentro y fuera de sus propias regiones (Mateo 28:18-20; Romanos 15:19-24; Apocalipsis 5:9).
  • Instar a cada iglesia local a aumentar su crecimiento un mínimo de un 10% (diez por ciento) anual por medio de la conversión.
  • Cultivar una pasión genuina por el perdido, que impulse a los miembros a comunicar personalmente el evangelio de Jesús y a demostrar su amor por los impíos.
  • Discipular a los nuevos creyentes y enseñar nuestra fe a las generaciones siguientes.
  • Vivir el evangelio.

(Mateo 9:37-38; Mateo 28:19-20; Marcos 16:15-18; Hechos 1:8; Romanos 10:13-15). 

4. Plantar Iglesias


Nos comprometemos a identificar, adiestrar y proporcionarles recursos a las personas llamadas por Dios a plantar iglesias y a iniciar iglesias vigorosas. Este compromiso será demostrado al:

  • Canalizar los recursos designados de la iglesia local, de las oficinas regionales o estatales y de las oficinas internacionales hacia la plantación de nuevas iglesias.
  • Iniciar el número de iglesias a ser plantadas igual a un mínimo del 3% (tres por ciento) anual del total de números de iglesias en un estado, región o nación.
  • Desarrollar un programa de adiestramiento certificado por nuestro Ministerio de Misiones de los Estados Unidos.
  • Enfatizar la salud y viabilidad de las nuevas obras como también de las ya establecidas.
  • Afirmar los diferentes modelos para plantar iglesias en diferentes situaciones.
  • Reconocer que la plantación de iglesias es un ministerio apostólico de nuestros días.

(Mateo 16:18; Juan 4:35; Hechos 2:47; 14:23; Efesios 5:25-28). 

5. Desarrollar Líderes


Nos comprometemos a identificar y desarrollar a las personas que Dios ha llamado al liderato y desafiarles a ser siervos y siervas. Demostraremos este compromiso al:

  • Crear un ambiente en el cual tanto hombres como mujeres que tengan dones ministeriales se desarrollen como líderes.
  • Equipar, capacitar y enviar a los laicos como compañeros en el ministerio tanto dentro como fuera de la iglesia local.
  • Proporcionar recursos pertinentes y oportunidades de adiestramiento tanto para ministros como para laicos.
  • Instar a los pastores y a las pastoras a que sean líderes visionarios, que comuniquen una visión a la congregación y organicen al Cuerpo y cada uno de sus grupos ministeriales para llevarla a cabo.

(Marcos 3:13-15; II Timoteo 2:2; 2:15; 3:14-17; Efesios 4:11-13). 

6. Cuidado Pastoral


Nos comprometemos con el desafío de ser una Iglesia cuyos miembros se preocupan genuinamente los unos por los otros y por los que están perdidos, afligidos y necesitados. Demostraremos este compromiso al:

  • Establecer relaciones afectuosas y que muestren genuino interés entre las familias, los miembros y las comunidades a las que servimos.
  • Obedecer la Comisión de Cuidado Pastoral que Cristo nos dejó en el capítulo 25 de Mateo.
  • Cultivar la compasión y ser misericordiosos con los marginados y oprimidos de nuestra sociedad.
  • Establecer en cada iglesia local algún tipo de ministerio que demuestre nuestra preocupación y amor genuino por los perjudicados u oprimidos).

 (Salmos 86:15; Mateo 25; Lucas 6:36; Hechos 20:28). 

7. Interdependencia


Nos comprometemos con el principio de la interdependencia, reconociendo nuestra correlación y dependencia con los miembros del Cuerpo de Cristo. Demostraremos este compromiso al:

  • Buscar a los otros miembros del Cuerpo de Cristo para colaborar, compartir recursos y oportunidades de aprendizaje.
  • Instar a las iglesias locales a que en sus comunidades establezcan relaciones con iglesias que tienen propósitos y sentidos similares para juntos alcanzar al perdido.
  • Incorporar a los ministros en el proceso de ser mentores, adiestradores y asesores en los diferentes niveles locales, estatales, regionales, nacionales e internacionales para aumentar el nivel de confianza y apoyo entre ministros.
  • Establecer un diálogo y una asociación con las organizaciones locales, nacionales e internacionales que buscan cumplir con la Gran Comisión de Cristo.

 (Colosenses 2:19; I Corintios 12:14-31; Gálatas 6:1-6). 

 

8. Comunicación


Nos comprometemos a utilizar todos los medios disponibles para comunicarnos eficazmente con nuestros miembros. Este compromiso será demostrado al:

  • Entender que la comunicación es el intercambio de información e ideas de un modo comprensible.
  • Explorar las mejores vías para la transmisión del mensaje de Cristo a todas las culturas.
  • Descubrir nuevos medios electrónicos que nos mantengan comunicados con nuestra membresía.
  • Habilitar los recursos ministeriales para que la Iglesia responda inmediatamente a las necesidades del mundo y cumpla su misión.
  • Utilizar cada aspecto de las comunicaciones para llevar el mensaje de Cristo al mundo, facilitar el intercambio de conceptos ministeriales, fortalecer el crecimiento de las iglesias locales, preparar a la próxima generación de líderes, y así cumplir con nuestra misión y visión de ser un movimiento cuyos emprendimientos ministeriales giren en torno a Cristo, la gente y sus necesidades.

9. Discipulado


Nos comprometemos a seguir el mandato del Señor de hacer discípulos de todas las naciones, al desarrollo de seguidores fieles y a ser un pueblo de convicción que se distinga por:

  1. Su dedicación a su fe e identidad en Cristo;
  2. Su aptitud demostrada por su disciplina, vocación y empoderamiento espiritual, y;
  3. Su carácter, el que a su vez, reproducirá en otros discípulos y discípulas.

Este compromiso será demostrado al:

  • Entender que todos los creyentes tienen que ser discipulados.
  • Cada iglesia darle prioridad al discipulado. Todos sus programas ministeriales deben contribuir con este proceso. La iglesia local debe proveer el marco adecuado para el crecimiento de los creyentes.
  • Ofrecer recursos y experiencias que faciliten el discipulado y fomenten la fidelidad de los seguidores de Cristo.
  • Comprender que la continuidad de la fe depende del discipulado y que debe comenzar a temprana edad./li>

(Mt 5: 43-48; 22: 37-38; 28: 19-20; Jn 14: 15, 21-23; 15:10; Hch 1: 8; 2: 1-11, 41-47; Rm 12: 1-2; 12: 3-8; 1 Co 12: 4-11; Ga 5: 22-25; 1 Ts 5: 19-23; 2 Jn 6).

 

10. Educación


Nos comprometemos a dar prioridad a la educación en todas las áreas de la vida espiritual. La Iglesia de Dios educa a sus miembros en las zonas rurales, los pueblos, las ciudades, los condados y estados de cada país en donde está presente. Este compromiso será demostrado al:

  • Desarrollar y fomentar los medios para el estudio individual.
  • Reconocer a las iglesias que ofrecen programas educativos, tanto eclesiásticos como generales.
  • Afirmar en público a los ministros y las ministras de la educación.
  • Patrocinar a las instituciones de educación superior que equipen a ministros y laicos.
  • Proveer programas de estudio y materiales que afirmen las doctrinas, prácticas, misión, visión y compromisos de la Iglesia de Dios.